1.2. Proceso productivo
El proceso productivo que se describe a continuación es genérico, ya que existen diferencias en el periodo vegetativo así como en las labores culturales según la variedad que se siembre. Adicionalmente, el proceso de transporte y comercialización explicado estambién genérico, pudiendo encontrarse más agentes a los descritos. Como todo producto agrícola, el proceso se inicia en la etapa de campo, para luego continuar con la comercialización del producto (fardos de algodón rama) en el mercado.
1.2.1 Producción agrícola
El algodón es un cultivo transitorio, por lo que antes de realizar la siembra es necesario realizar las labores de “matada”, “junta” y “quema” del cultivo anterior con la finalidad de evitar enfermedades. Posteriormente se da la preparación del terreno para formar una cama mullida con aireación y humedad suficiente para permitir una buena germinación de la semilla y un vigoroso desarrollo de las plantas. A continuación se describen brevemente las principales labores de la etapa agrícola.
Siembra
La labor de siembra se inicia mediante la desinfección de la semilla para evitar enfermedades y plagas. La cantidad de semilla necesaria varía entre 35 – 45 Kg por hectárea, los que deben colocarse a una profundidad de entre 3 a 5 cm de acuerdo a la textura del suelo. El distanciamiento entre surcos y matas dependerá básicamente de la variedad sembrada así como de la elección particular de cada agricultor. Asimismo, si en los primeros días algunas antas tuvieran problemas de crecimiento, es posible realizar resiembras a más tardar dos semanas después de la primera siembra, con la finalidad de tener uniformidad en todo el campo.
Labores de riego
Esta es la labor más importante en el manejo del cultivo, ya que el éxito de la campaña depende en gran medida de una labor de riego adecuada. Es conocido que el exceso o la falta del recurso hídrico en los momentos indicados determinan uno de los principales problemas por los que se da el fracaso del cultivo. Adicionalmente, los sistemas de riego por surcos (los más comunes en el Perú) tienen el problema de que las dosis de agua no son repartidas uniformemente, produciéndose encharcamientos en el terreno debido a la alta cantidad de agua que circula por los surcos y a la mala topografía. En este sentido, es ideal la utilización de sistemas de riego por goteo para lograr los mejores rendimientos posibles. El primer riego se da luego de los 30 – 45 días de la siembra (etapa en la cual la planta ha iniciado la formación de los primeros botones florales), siempre dependiendo de la calidad del suelo y de la preparación del mismo previo a la siembra, ya que suelos bien preparados y mullidos con buena capacidad de retención provocarán que se retarde al máximo el primer riego. Los riegos siguientes se realizaran con intervalos de entre 10 a 30 días, siendo los últimos riegos ligeros para evitar que se pudran las bellotas del tercio inferior de la planta.
Labores culturales
Entre las principales labores culturales destacan los cultivos (operaciones que se realizan para erradicar las malas hierbas y romper la capilaridad de la superficie el suelo) y los deshierbos (control de malezas). Asimismo otra labor importante es el aporque, el cual consiste en depositar tierra al costado de las plantas a lo largo de cada hilera de siembra. Esto trae por fin dar un sustento al tallo, y darle un cambio de surco a la planta. La altura del aporque dependerá en gran medida de la variedad sembrada, ya que los algodones híbridos requieren aporques más altos que los utilizados con el Tangüis.
Fertilización
Como es lógico suponer, las dosis y el momento oportuno de la aplicación de fertilizantes dependerán en gran medida de la variedad cultivada y de las características del suelo (que pueden ser fértiles o pobres en materia orgánica). No obstante, los componentes usualmente utilizados son el nitrógeno, el fósforo y el potasio. Es importante mencionar que el uso excesivo de fertilizantes, sobre todo en la aplicación de nitrógeno, perjudica la producción.
Esto debido a que se dará un mayor desarrollo vegetativo del cultivo, provocándose excesos de sombra que merman los rendimientos de la producción. Esto se explica por que las partes medias y bajas de la planta son las que contribuyen con el 80% de la producción de la fibra.
Control de plagas
Una de las principales plagas que afecta al algodonero peruano es el Pectinophora gossypiela o “gusano rosado de la India”, cuyas larvas se alimentan principalmente de las semillas de algodón. Asimismo, esta plaga puede dañar botones, flores y bellotas pequeñas. Otras enfermedades importantes son el Aphis o “pulgón de la maleza” (el cual provoca la defoliación o muerte de las plantas pequeñas), el “gusano mayor de la hoja”, el Anthonomus Vestitus o
“picudo peruano” (que ataca brotes terminales, botones y flores) y la Bemisia tabaci o “mosca blanca”. El control de estas y otras plagas se debe realizar en los momentos oportunos mediante el uso de controladores biológicos naturales o insecticidas, según sea el caso. Es importante utilizar las dosis recomendadas por los entomólogos para no generar resistencia futura de las plagas.
La cosecha
La labor de cosecha se realiza en forma manual por personal especializado al cual se le remunera al peso. Esta labor consiste en recolectar el algodón de la planta introduciéndolo en unos sacos. La recolección manual permite obtener una mayor calidad, ya que el algodón obtenido es más limpio. Sin embargo, en los países en los que la mano de obra es costosa, se emplea maquinaria de cosecha, sacrificando así calidad por menores costos. El proceso se realiza en varias pasadas denominadas “manos” o “pañas”. La primera cosecha o “primera mano” se da aproximadamente a los 260 días de la siembra (para el caso de la variedad Tangüis); cuando las bellotas de las partes bajas y medias están completamente abiertas. La
“segunda mano” se da luego de 20 o 30 días de la primera. El 80% de la producción se obtiene en la “primera paña”, el resto en la segunda.
El proceso productivo que se describe a continuación es genérico, ya que existen diferencias en el periodo vegetativo así como en las labores culturales según la variedad que se siembre. Adicionalmente, el proceso de transporte y comercialización explicado estambién genérico, pudiendo encontrarse más agentes a los descritos. Como todo producto agrícola, el proceso se inicia en la etapa de campo, para luego continuar con la comercialización del producto (fardos de algodón rama) en el mercado.
1.2.1 Producción agrícola
El algodón es un cultivo transitorio, por lo que antes de realizar la siembra es necesario realizar las labores de “matada”, “junta” y “quema” del cultivo anterior con la finalidad de evitar enfermedades. Posteriormente se da la preparación del terreno para formar una cama mullida con aireación y humedad suficiente para permitir una buena germinación de la semilla y un vigoroso desarrollo de las plantas. A continuación se describen brevemente las principales labores de la etapa agrícola.
Siembra
La labor de siembra se inicia mediante la desinfección de la semilla para evitar enfermedades y plagas. La cantidad de semilla necesaria varía entre 35 – 45 Kg por hectárea, los que deben colocarse a una profundidad de entre 3 a 5 cm de acuerdo a la textura del suelo. El distanciamiento entre surcos y matas dependerá básicamente de la variedad sembrada así como de la elección particular de cada agricultor. Asimismo, si en los primeros días algunas antas tuvieran problemas de crecimiento, es posible realizar resiembras a más tardar dos semanas después de la primera siembra, con la finalidad de tener uniformidad en todo el campo.
Labores de riego
Esta es la labor más importante en el manejo del cultivo, ya que el éxito de la campaña depende en gran medida de una labor de riego adecuada. Es conocido que el exceso o la falta del recurso hídrico en los momentos indicados determinan uno de los principales problemas por los que se da el fracaso del cultivo. Adicionalmente, los sistemas de riego por surcos (los más comunes en el Perú) tienen el problema de que las dosis de agua no son repartidas uniformemente, produciéndose encharcamientos en el terreno debido a la alta cantidad de agua que circula por los surcos y a la mala topografía. En este sentido, es ideal la utilización de sistemas de riego por goteo para lograr los mejores rendimientos posibles. El primer riego se da luego de los 30 – 45 días de la siembra (etapa en la cual la planta ha iniciado la formación de los primeros botones florales), siempre dependiendo de la calidad del suelo y de la preparación del mismo previo a la siembra, ya que suelos bien preparados y mullidos con buena capacidad de retención provocarán que se retarde al máximo el primer riego. Los riegos siguientes se realizaran con intervalos de entre 10 a 30 días, siendo los últimos riegos ligeros para evitar que se pudran las bellotas del tercio inferior de la planta.
Labores culturales
Entre las principales labores culturales destacan los cultivos (operaciones que se realizan para erradicar las malas hierbas y romper la capilaridad de la superficie el suelo) y los deshierbos (control de malezas). Asimismo otra labor importante es el aporque, el cual consiste en depositar tierra al costado de las plantas a lo largo de cada hilera de siembra. Esto trae por fin dar un sustento al tallo, y darle un cambio de surco a la planta. La altura del aporque dependerá en gran medida de la variedad sembrada, ya que los algodones híbridos requieren aporques más altos que los utilizados con el Tangüis.
Fertilización
Como es lógico suponer, las dosis y el momento oportuno de la aplicación de fertilizantes dependerán en gran medida de la variedad cultivada y de las características del suelo (que pueden ser fértiles o pobres en materia orgánica). No obstante, los componentes usualmente utilizados son el nitrógeno, el fósforo y el potasio. Es importante mencionar que el uso excesivo de fertilizantes, sobre todo en la aplicación de nitrógeno, perjudica la producción.
Esto debido a que se dará un mayor desarrollo vegetativo del cultivo, provocándose excesos de sombra que merman los rendimientos de la producción. Esto se explica por que las partes medias y bajas de la planta son las que contribuyen con el 80% de la producción de la fibra.
Control de plagas
Una de las principales plagas que afecta al algodonero peruano es el Pectinophora gossypiela o “gusano rosado de la India”, cuyas larvas se alimentan principalmente de las semillas de algodón. Asimismo, esta plaga puede dañar botones, flores y bellotas pequeñas. Otras enfermedades importantes son el Aphis o “pulgón de la maleza” (el cual provoca la defoliación o muerte de las plantas pequeñas), el “gusano mayor de la hoja”, el Anthonomus Vestitus o
“picudo peruano” (que ataca brotes terminales, botones y flores) y la Bemisia tabaci o “mosca blanca”. El control de estas y otras plagas se debe realizar en los momentos oportunos mediante el uso de controladores biológicos naturales o insecticidas, según sea el caso. Es importante utilizar las dosis recomendadas por los entomólogos para no generar resistencia futura de las plagas.
La cosecha
La labor de cosecha se realiza en forma manual por personal especializado al cual se le remunera al peso. Esta labor consiste en recolectar el algodón de la planta introduciéndolo en unos sacos. La recolección manual permite obtener una mayor calidad, ya que el algodón obtenido es más limpio. Sin embargo, en los países en los que la mano de obra es costosa, se emplea maquinaria de cosecha, sacrificando así calidad por menores costos. El proceso se realiza en varias pasadas denominadas “manos” o “pañas”. La primera cosecha o “primera mano” se da aproximadamente a los 260 días de la siembra (para el caso de la variedad Tangüis); cuando las bellotas de las partes bajas y medias están completamente abiertas. La
“segunda mano” se da luego de 20 o 30 días de la primera. El 80% de la producción se obtiene en la “primera paña”, el resto en la segunda.